¿Qué convierte a TikTok en una amenaza tan grande? Veamos la teoría del gato adorable
Esta publicación es una traducción libre del post escrito por An Xiao Mina: What makes TikTok such a challenge? Look to the Cute Cat Theory. Y republicado con su autorización.
TikTok ha estado en las noticias últimamente, por razones conocidas.
Vale la pena señalar cuál es el problema aquí. La teoría de Internet sobre los gatos adorables de Ethan Zuckerman es esclarecedora. Este es el resumen de Wikipedia sobre la teoría:
Postula que la mayoría de las personas no están interesadas en el activismo; en cambio, quieren utilizar la web para actividades mundanas, que incluyen navegar para ver pornografía y lolcats (“gatos adorables”). Las herramientas de interacción social o medios sociales (como Facebook, Flickr, Blogger, Twitter, y plataformas similares) son muy útiles para los activistas de movimientos sociales, quienes pueden carecer de recursos para desarrollar sus propias herramientas. Esto, por otro lado, hace a los activistas más inmunes a represalias por parte de los gobiernos que si usan plataformas dedicadas exclusivamente al activismo, porque al cerrar una plataforma pública popular provoca una protesta pública más grande que cerrando una poco conocida.
TikTok es diferente de Huawei, otra compañía china que ha tenido sus propios problemas en Occidente. Así es como Michael Schuman lo explica en The Atlantic:
TikTok representa un enigma muy diferente [en comparación con Huawei]. Por un lado, la aplicación ya está presente en millones de teléfonos inteligentes estadounidenses. Los temores de Washington sobre la seguridad de los datos con respecto a China se han visto incrementados por dos recientes hackeos: el de la firma de informes crediticios Equifax en el 2017 y el de la Oficina de Administración de Personal del gobierno federal en el 2015. En ambos casos, los expertos en seguridad culpan a Beijing. Se sospecha que las autoridades chinas están recopilando expedientes sobre ciudadanos estadounidenses con fines desconocidos, pero probablemente comprometedores. TikTok podría ser una herramienta útil para rellenar archivos con nuevos detalles jugosos. Más aún, TikTok está en el negocio del contenido. Puede fácilmente actuar tanto como un canal para difundir información como para recopilarla y, por lo tanto, podría ser una herramienta de propaganda para el estado chino.
Ahora, aunque TikTok se usa para el activismo, generalmente es un ámbito para el proverbial gato adorable: videos divertidos, algoritmos adictivos y música pegadiza. Prohibirlo en los EE. UU. y la India no solo iría en contra de los principios de una Internet abierta, sino que provocaría rabia (y enojo) en mucha gente.
Esto es exactamente lo que vaticina la Teoría del Gato Adorable: prohibir el acceso a una plataforma popular puede incrementar el número de personas enojadas.
Pero el asunto se torna un poco más complicado, y la historia reciente de Internet nos ofrece una lección. A principios del 2010, el gobierno chino enfrentaba a este mismo problema. Sitios como Twitter, Facebook y Google eran enormemente populares, y el gobierno chino no podía controlar el contenido en esas plataformas.
En lugar de simplemente bloquear las redes sociales, permitió el desarrollo de todo un ecosistema de aplicaciones locales: Sina Weibo, Douyin (que finalmente nos dio TikTok), Baidu y muchas otras plataformas florecieron, lo que posibilitó que todos los elementos del gato adorable de la web social crecieran en el Internet de China, pero también que el gobierno limitara los mensajes activistas.
Esta es, por lo tanto, una extensión de la teoría del gato adorable: cuando un gobierno cierra una plataforma popular, tiene que dejar espacio para que otra llene el vacío y atenúe el enojo.
Las visiones iniciales de una Internet abierta e interconectada ahora están siendo desafiadas: a medida que los países comienzan a prohibir y / o considerar la prohibición de plataformas con orígenes en otros países, nuestra Internet está siendo constantemente definida por las fronteras y alianzas geopolíticas.
Eso no solo significa bloqueos a plataformas (recuerda, los bloqueos solo terminan enojando a mayor cantidad de personas) sino visiones completamente nuevas y diferentes de cómo puede y debe ser Internet. Como escribió Schuman, “Eso plantea la desagradable posibilidad de destruir uno de los principales propósitos de Internet: unir el mundo y fortalecer el contacto con otras sociedades. Si comenzamos a prohibir aplicaciones o restringir su acceso, terminaremos con muchas Internet separadas, más propensas a dividir que a unir”.
Sean McDonald y yo escribimos sobre este tema el año pasado en Foreign Policy, y señalamos exactamente eso: Internet se ha dividido en muchos internet, y la tendencia es clara. Llamamos a este nuevo período el Período de Estados Combatientes de Internet, llamado así por el período histórico de los Reinos Combatientes que algún día se convertirían en China:
El Período de Estados Combatientes de Internet definirá lo que significa ser una potencia digital en un contexto global. El intento de cada gobierno de definir las reglas proyecta su política globalmente o fragmenta lo que alguna vez fue el denominador común de algún aspecto de Internet. Los primeros y más obvios ejemplos de fragmentación provienen del bloqueo de sitios web, una técnica común para controlar la información entre estados autoritarios como China, Rusia e Irán. En los albores de la red, acceder a Internet fuera de las fronteras de estos países generalmente requería una combinación relativamente simple de servidores proxy y servicios de red privada virtual.
…
En todo el mundo, estamos comenzando a ver el surgimiento de otro centenar de escuelas de pensamiento sobre derechos de datos, privacidad, libertad de expresión, neutralidad de la red, credibilidad de contenido e incluso sistemas y protocolos de transferencia financiera. El campo de controversia se extiende sobre los espectros de privacidad y derechos de datos versus la vigilancia generalizada; de total neutralidad de la red versus redes jerarquizadas y sistemas como “calificación cero”; y de “libertad de expresión radical” versus censura estatal versus prácticas de moderación de contenido basadas en normas internacionales de derechos humanos. A través de legislación, desarrollo de infraestructura, inversiones empresariales, ataques de malware y propaganda digital, los estados y las multinacionales afirman su poder mientras configuran los distintos Internet basados en sus propias creencias y valores. Estas diferentes escuelas definirán nuestras diversas experiencias de la vida en línea en los próximos años y, a medida que la inteligencia artificial y el internet de las cosas comiencen a incorporarse en las rutinas diarias, también afectarán gravemente nuestra vida cotidiana. A medida que las fronteras de los estados en línea aumentan de tamaño, la frontera entre lo desconectado y lo en línea se está reduciendo.
Detrás de cada gato adorable está la historia de la infraestructura: los cables subterráneos, los centros de datos repartidos por todo el mundo, el hardware que utilizamos para acceder a la red y las plataformas en las que interactuamos con contenido. Con la infraestructura viene la ventaja, y con la ventaja viene la política.
A medida que cada pieza de infraestructura sea analizada, espera ver más divisiones de Internet a lo largo de las líneas geopolíticas. En otras palabras, los gatos adorables continuarán floreciendo-después de todo son los que hacen que Internet funcione-pero tendrán que navegar por cortafuegos geopolíticos con mayor regularidad.
Originally published at https://medium.com on August 4, 2020.